domingo, 30 de agosto de 2015

Norte de Marruecos (5): Larache, una ciudad injustamente olvidada


La ciudad costera de Larache, antigua colonia fenicia y romana, situada en la desembocadura del río Lucus,  fue en siglos pasados un enclave marítimo estratégico para españoles, portugueses, corsarios argelinos y turcos.

En una terraza sobre el mar las ruinas de una antigua fortificación, Al Kebibat, conocida también como “Hisn Laqbibat” (las cúpulas) testimonian la importancia de este lugar en las rutas marítimas.




Foto: Al Kebibat
Autora: Marta Leonor Vidal García


Hoy es una ciudad prácticamente desconocida para el turismo que visita Marruecos, que pasa de largo de camino a Asilah. Larache para mí sin duda merece mucho más la pena que Asilah, que se ha convertido desde hace años en un parque temático. Larache es un remanso de paz para pasear relajadamente por sus calles, ver su medina, las antiguas fortificaciones que atestiguan su importancia estratégica, la arquitectura española de la época del protectorado en torno a la Place de la Libération, acercarse a las ruinas romanas de Lixus a 5 kms, o tomarse un día de playa. Para nostálgicos de Jean Genet, su tumba se encuentra en el cementerio español.

ALOJAMIENTO

Me alojé en el Hotel España, un edificio con solera. Fundado por Amparo Más, tuvo dos emplazamientos, el actual desde 1926. Fue un hotel de alto standing en la época, emblemático local de reuniones y celebraciones de la élite social. Su época de gloria se apagó a partir de los años 60 del siglo XX. 


HOTEL ESPAÑA
Avenue Hassan II, 6
Tfno: 00212-539-91-31-95
Fax: 00212-539-91-56-28  


Las habitaciones ya están reformadas, no hagan caso de la Lonely Planet. El personal habla un perfecto español y son muy amables. La única pega es que no tiene ascensor. Se reserva directamente por la página web del hotel.


Larache tiene dos áreas claramente diferenciadas. La ciudad antigua, en forma triangular que se extiende entre el Castillo de El-Kebibat, el de La Cigüeña y el puerto y la ciudad española de la época del Protectorado, que se desplega en forma radial desde la Place de la Libération (antigua Plaza de España) y alberga edificios de la época.

PLACE DE LA LIBÉRATION Y ALREDEDORES: LA HUELLA ESPAÑOLA


Larache conserva muchas huellas de su etapa española, de 1911 a 1956, año de la independencia de Marruecos. En aquellos años poseía una arquitectura notable que se desplegaba radialmente desde la Place de la Libération (antigua Plaza de España) punto de encuentro entre el núcleo original, que descendía hasta el mar, y la ciudad española nacida con el Protectorado. 

La Place de la Libération fue testigo de convulsos acontecimientos previos a la independencia, que relata Mohamed Chukri en su novela "Tiempo de errores". Sus alrededores conservan aún edificios señoriales de la época española, en variopinto estado de conservación.



Foto: Place de la Libération
Autora: Marta Leonor Vidal García


Este edificio, con la fachada restaurada, albergó el Cafe Sol y actualmente el Cafe Central.



Foto: edificio del Cafe Central
Autora: Marta Leonor Vidal García

El edificio contiguo, de estilo morisco, albergó en el pasado el café-bar La Vinícola, el Café Hispano-Marroquí y un comercio llamado Casa Martínez. Su último inquilino en la planta baja fue el Cafe restaurante Lixus y estaba en restauración en el momento de mi visita.



Foto: edificio del Cafe Lixus
Autora: Marta Leonor Vidal García

El antiguo Hotel Cervantes (1922), uno de los primeros hoteles de Larache, ubicado en el edificio conocido como "las casas Escriña", aún conserva su cartel.



Foto: antiguo Hotel Cervantes
Autora: Marta Leonor Vidal García

Las calles traseras a la Place de la Libération conservan algún que otro edificio de porte señorial en estado ruinoso, como este edificio situado en la calle Moulay Ismail, bajo amenaza de demolición, y que parece que  tuvo en su planta baja las sastrerías Moya y Saavedra.




Foto: edificio de la calle Moulay Ismail
Autora: Marta Leonor Vidal García

LA CIUDAD ANTIGUA: LOS CASTILLOS Y LA MEDINA

La ciudad antigua, en forma triangular se extiende entre el Castillo de El-Kebibat, el de La Cigüeña y el puerto.




Foto: Al Kebibat
Autora: Marta Leonor Vidal García

El Kebibat, fue edificado en un peñón por los portugueses en el s. XVI y luego utilizado como hospital por los españoles, que lo rebautizaron como Castillo de San Antonio.


Foto: Al Kebibat
Autora: Marta Leonor Vidal García


Siendo un monumento tan emblemático de Larache, actualmente se encuentra en ruinas, en un lamentable estado de abandono.





Foto: Al Kebibat
Autora: Marta Leonor Vidal García

Yo no metería mucho las narices por sus legendarios muros, actualmente refugio de indigentes y politoxicómanos.



Foto: Al Kebibat
Autora: Marta Leonor Vidal García


El Fath, el Castillo de la Cigüeña, o Laqaliq, de forma triangular, es otra de las fortificaciones que se conserva en Larache. Fue edificado en 1578 por los Saadíes como cárcel de prisioneros portugueses.





Laqaliq es un ejemplo de arquitectura defensiva renacentista y su construcción se atribuye a un prisionero italiano.


Fotos: El Fath
Autora: Marta Leonor Vidal García



A la pequeña medina se entra por Bab el Jemis, la puerta del mercado, acceso a la Alcaicería.




Fotos: Bab el Jemis
Autora: Marta Leonor Vidal García

La otra puerta de la medina es  Bab el Kasba, la puerta de la Kasba,  donde se encuentra la Mezquita  y se sale a la terraza que ocupa los bastiones de la ciudad. Fabricada enteramente en ladrillo, en el exterior presenta un arco de herradura apuntado con decoración polilobulada y alfiz decorado con paños de sebka, con un remate de friso en espina de pez y almenado.



Foto: Bab el Kasba
Autora: Marta Leonor Vidal García

En esta terraza conocida como explanada del Majzén, a la que se sale desde la puerta de la Kasba se encuentra la pequeña Torre Judía, del siglo XV, antigua torre defensiva, con escudo de la dinastía de los Austrias que  en la actualidad alberga un pequeño museo arqueológico.




Fotos: Torre Judía
Autora: Marta Leonor Vidal García

Bajando hacia el Puerto nos encontramos con La Puerta de la Aduana, reflejo de la importancia mercantil del puerto de Larache a finales del s. XIX y principios del XX.




Foto: Puerta de la Aduana
Autora: Marta Leonor Vidal García

Durante la visita del sultán Mulay Hassan en 1889 se decidió su construcción para el control de la actividad portuaria.




Foto: Puerta de la Aduana

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