lunes, 4 de diciembre de 2017

Jordania: Petra: Del Lugar Alto del Sacrificio a la Tumba del Soldado Romano

Empecé a las 08,30 la ruta de ascenso al Lugar Alto del Sacrificio, que no es tan agotadora como la del Monasterio. Se accede una vez pasado el Anfiteatro, subiendo por una escalinata señalizada.




Fotos: Vista de Petra
Autora: Marta Leonor Vidal García

La cima del monte Attuf tiene una vasta explanada dividida en dos partes. La parte sur es la Plataforma de los Obeliscos y la parte norte el Alto Lugar de Sacrificios.  

El Lugar Alto del Sacrificio, Jebel Al Madhbah, es un antiguo santuario nabateo, donde se celebraban ceremonias en honor a los dioses nabateos y posiblemente ritos funerarios




Foto: Lugar Alto del Sacrificio

Autora: Marta Leonor Vidal García

El área se compone de una plataforma ovalada de 64  x 20 cm con un altar cercano de 90 cm. Un patio de 16 x 7 m muestra en el centro una pequeña tabla saliente rectangular, que sería la mesa de ofrendas. Más arriba, unos escalones  conducen a otro nivel donde se hallan los altares propiamente dichos, uno rectangular, que levanta un metro sobre el suelo, y otro circular, que se usaba para libaciones, ambos provistos de pequeñas canalizaciones de drenaje. En el centro del altar rectangular hay un pequeño zócalo donde se instalaría el betilo o piedra sagrada. Cerca se abren pequeñas cisternas y un tanque de agua.  








Fotos: Lugar Alto del Sacrificio

Autora: Marta Leonor Vidal García

Un poco más adelante encontramos un área con dos grandes obeliscos monolíticos de más de siete metros de alto, situados a una treintena de metros uno de otro y alineados en dirección este-oeste, que probablemente representarían a dos deidades nabateas.







Fotos: Obeliscos
Autora: Marta Leonor Vidal García

Del Alto Lugar de Sacrificios parte otro camino ritual que baja el monte Attuf por la vertiente norte y va a parar al Siq Exterior, cerca del teatro romano. Esta ruta se conoce como Wadi Farasa y pasa por la Fuente del León, la Tumba del Jardín, la Tumba del Soldado Romano y la Tumba Renacentista. 

Localizar la bajada a la fuente del león fue una odisea digna de Indiana Jones. No hay señalización alguna. Dejando el lugar alto del sacrificio a tu espalda, sigues recto hasta una zona en la que bajas a la derecha por piedras y senderos de de tierra sin señalizar y a la derecha sigue el descenso. Se me juntaron por el camino una pareja belga mayor y otra joven de alemanes. Yo no las tenía todas conmigo. Tardamos en pillar el dichoso león. 


Lo primero que encontramos es la Fuente del León, un relieve con la figura de un león, de unos cinco metros de largo, de estilo asirio, de cuya boca manaba agua. El león se asociaba a la diosa nabatea Al-Uzza. El uso como fuente pública posiblemente formara parte de una ruta procesional hasta el Lugar Alto del Sacrificio.


Foto: Fuente del León
Autora: Marta Leonor Vidal García

De allí siguiendo en descenso llegamos rápidamente a la Tumba del Jardín, a la Tumba del Soldado Romano y a la Tumba Renacentista.  

La primera que encontramos es una pequeña tumba con una escalinata de acceso.


Foto: Tumba
Autora: Marta Leonor Vidal García

Enfrente, la Tumba del Jardín, de influencia helenística, que posiblemente no fuera una tumba, sino un templo.




Fotos: Tumba del Jardín
Autora: Marta Leonor Vidal García

Tiene un pórtico clásico con dos columnas entre pilastras. En la azotea conserva unas cisternas.


Foto: Tumba del Jardín
Autora: Marta Leonor Vidal García

El Triclinio coloreado, que carece de fachada, se cree que pudo formar parte del mismo complejo de  la Tumba del Soldado Romano, con la que estuvo conectada por un patio columnado del que no quedan restos. Desde fuera no llama demasiado la atención. Su interés está en lo que vamos a encontrar en el interior.


Foto: Triclinio coloreado
Autora: Marta Leonor Vidal García

El Triclinio tenía como función la de sala de banquetes funerarios. Tiene la particularidad de ser la única sala de un complejo funerario en Petra que cuenta con elementos arquitectónicos esculpidos en sus paredes de piedra. 


Foto: Triclinio coloreado
Autora: Marta Leonor Vidal García

El interior cuenta con un sala excavada en la roca, con nichos y pilastras estriadas de tonalidades rojizas y violetas con vetas gris verdoso. Originariamente sus paredes tenían estuco pintado, que no se ha conservado.


Foto: Triclinio coloreado
Autora: Marta Leonor Vidal García

Continuamos a la Tumba del Soldado Romano, una tumba de estilo helenístico, que presenta dos pilastras cuadradas y dos columnas cilíndricas, en un estilo parecido a la Tumba de la Urna.


Foto: Tumba del Soldado Romano
Autora: Marta Leonor Vidal García

En los vanos que dejan las columnas se abren a la altura del segundo piso tres ventanas rectangulares ciegas con estatuas 



Foto: Tumba del Soldado Romano
Autora: Marta Leonor Vidal García

Se presume por la magnitud del complejo funerario que el mausoleo estuvo consagrado a un dignatario de muy alto rango. La figura central se ha considerado que pertenece a un soldado romano por el tipo de armadura que viste. 


Foto: Tumba del Soldado Romano
Autora: Marta Leonor Vidal García

Las otras dos figuras laterales podrían representar a sus hijos.





Fotos: Tumba del Soldado Romano
Autora: Marta Leonor Vidal García

La Tumba Renacentista tiene una portada coronada por un arco y dos columnas.  Las pilastras de estilo nabateo soportan un entablamento con frontón triangular rematado por tres urnas.




Foto: Tumba Renacentista
Autora: Marta Leonor Vidal García

La cámara interior tiene sus paredes con la típica piedra arenisca coloreada.



Foto: Tumba Renacentista
Autora: Marta Leonor Vidal García

Las paredes de la cámara están horadadas con abundantes loculi (nichos rectangulares) sepulcrales.


Foto: Tumba Renacentista
Autora: Marta Leonor Vidal García

Finalizado el recorrido, buscábamos como volver a la zona central de Petra. Ya quedábamos solos la pareja belga y yo porque los alemanes se habían adelantado y no veíamos ningún sendero de bajada señalizado. La señora me dijo que su guía de viajes no recomendaba hacer esta ruta sin guía. Fuimos bajando intuitivamente por rocas y senderos sin señalizar hasta divisar a la izquierda unas tumbas en la roca y un chiringo con una bandera de Jordania que confundimos con un restaurante pero que resultó ser una casa de una señora que pastoreaba cabras. Al bajar a un camino nos salió un samaritano en burro, un señor muy agradable que nos guió por un sendero hasta un obelisco. De ahí hay dos caminos, uno que baja a la zona del Gran Templo y otro que llega al Teatro.

Es fácil perderse en esta ruta, pero siempre te va a salir al paso algún lugareño amable que te indique el camino. 

Tomen esta columna como referencia. Se la conoce como la Columna del Faraón. Formaba parte de un santuario en ruinas en la ruta a Egipto vía Naqb al Ruba'i. Desde aquí ya no hay pérdida.





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