Empecé a las 08,30 la
ruta de ascenso al Lugar Alto del Sacrificio, que no es tan agotadora como la del Monasterio. Se accede una vez pasado el Anfiteatro, subiendo por una escalinata señalizada.
Fotos: Vista de Petra
Autora: Marta Leonor Vidal García
La cima del monte Attuf tiene una vasta explanada dividida en dos partes. La parte sur es la Plataforma de los Obeliscos y la parte norte el Alto Lugar de Sacrificios.
El Lugar Alto del Sacrificio, Jebel Al Madhbah, es un antiguo santuario nabateo, donde se celebraban ceremonias en honor a los dioses nabateos y posiblemente ritos funerarios.
Foto: Lugar Alto del Sacrificio
Autora: Marta Leonor Vidal García
Fotos: Lugar Alto del Sacrificio
Autora: Marta Leonor Vidal García
Fotos: Obeliscos
Autora: Marta Leonor Vidal García
Localizar la bajada a la fuente del león fue una odisea digna de Indiana Jones. No hay señalización alguna. Dejando el lugar alto del sacrificio a tu espalda, sigues recto hasta una zona en la que bajas a la derecha por piedras y senderos de de tierra sin señalizar y a la derecha sigue el descenso. Se me juntaron por el camino una pareja belga mayor y otra joven de alemanes. Yo no las tenía todas conmigo. Tardamos en pillar el dichoso león.
Lo primero que encontramos es la Fuente del León, un relieve con la figura de un león, de unos cinco metros de largo, de estilo asirio, de cuya boca manaba agua. El león se asociaba a la diosa nabatea Al-Uzza. El uso como fuente pública posiblemente formara parte de una ruta procesional hasta el Lugar Alto del Sacrificio.
Foto: Fuente del León
Autora: Marta Leonor Vidal García
La primera que encontramos es una pequeña tumba con una escalinata de acceso.
Foto: Tumba
Autora: Marta Leonor Vidal García
Fotos: Tumba del Jardín
Autora: Marta Leonor Vidal García
Foto: Tumba del Jardín
Autora: Marta Leonor Vidal García
El Triclinio coloreado, que carece de fachada, se cree que pudo formar parte del mismo complejo de la Tumba del Soldado Romano, con la que estuvo conectada por un patio columnado del que no quedan restos. Desde fuera no llama demasiado la atención. Su interés está en lo que vamos a encontrar en el interior.
Foto: Triclinio coloreado
Autora: Marta Leonor Vidal García
Foto: Triclinio coloreado
Autora: Marta Leonor Vidal García
Foto: Triclinio coloreado
Autora: Marta Leonor Vidal García
Foto: Tumba del Soldado Romano
Autora: Marta Leonor Vidal García
Foto: Tumba del Soldado Romano
Autora: Marta Leonor Vidal García
Foto: Tumba del Soldado Romano
Autora: Marta Leonor Vidal García
Las otras dos figuras laterales podrían representar a sus hijos.
Fotos: Tumba del Soldado Romano
Autora: Marta Leonor Vidal García
La Tumba Renacentista tiene una portada coronada por un arco y dos columnas. Las pilastras de estilo nabateo soportan un entablamento con frontón triangular rematado por tres urnas.
Foto: Tumba Renacentista
Autora: Marta Leonor Vidal García
Foto: Tumba Renacentista
Autora: Marta Leonor Vidal García
Foto: Tumba Renacentista
Autora: Marta Leonor Vidal García
Finalizado el recorrido, buscábamos como volver a la zona central de Petra. Ya quedábamos solos la pareja belga y yo porque los alemanes se habían adelantado y no veíamos ningún sendero de bajada señalizado. La señora me dijo que su guía de viajes no recomendaba hacer esta ruta sin guía. Fuimos bajando intuitivamente por rocas y senderos sin señalizar hasta divisar a la izquierda unas tumbas en la roca y un chiringo con una bandera de Jordania que confundimos con un restaurante pero que resultó ser una casa de una señora que pastoreaba cabras. Al bajar a un camino nos salió un samaritano en burro, un señor muy agradable que nos guió por un sendero hasta un obelisco. De ahí hay dos caminos, uno que baja a la zona del Gran Templo y otro que llega al Teatro.
Es fácil perderse en esta ruta, pero siempre te va a salir al paso algún lugareño amable que te indique el camino.
Tomen esta columna como referencia. Se la conoce como la Columna del Faraón. Formaba parte de un santuario en ruinas en la ruta a Egipto vía Naqb al Ruba'i. Desde aquí ya no hay pérdida.
Foto: Columna del Faraón
Autora: Marta Leonor Vidal García
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