sábado, 30 de enero de 2010

21 días en Marruecos (10): Meknes y Volúbilis

Continuo la crónica de mis 21 días en Marruecos con mi estreno como conductora en una excursión del día desde Fez a Meknes y Volúbilis.

En Fez me acerqué a recoger el coche que me iba a acompañar 11 días por el Atlas a la oficina de Firstcar situada en el Hotel Sheraton en la Avenue des F.A.R.  (actualmente Avenue Hassan II) en la Ville Nouvelle. Mi idea era recoger el coche a primera hora (8.30), salir temprano y hacer en el día las visitas de la medina de Meknes, Volubilis y Moulay Idriss, pero me entregaron el coche tarde, lleno de barro y entre que lo llevaban a lavar y lo traían, se me fueron casi 2 horas, de manera que al final de mi "planning"  inicial solo llegué a hacer Meknes y Volubilis. A Moulay Idriss ya no me dio tiempo de acercarme porque ya se me echaba la tarde encima (oscurece muy pronto) y no quería llegar a Fez de vuelta de noche en mi primer día de conductora por el Magreb.

Desde el Hotel Sheraton donde recogí mi cacharroso Peugeot Partner ya lavadito y una vez llenado el depósito de gasoil, subí hacia al norte por la Avenue des F.A.R para arriba y en un desvio en una rotonda hacia la izquierda donde me dio la intuicion, no sé como pero conseguí salir de Fez por el camino correcto y ponerme en ruta por la autopista de peaje (12 dirhams en septiembre de 2008). A partir de ahí, pan comido. Llegué sin mayores problemas a Meknes, y tampoco sé cómo, pero entré directamente a un aparcamiento en un parque justo debajo de la Medina.


MEKNES

El nombre de la ciudad procede de la tribu de los Meknassa, que se asentó en esta zona en el s. X, que la llamaron “Meknes ez-zeitun” (meknes de los olivos). La ciudad tuvo su mayor esplendor durante el reinado de Mulay Ismaïl (1672-727), que estableció en ella la capital del sultanato. A su muerte la ciudad inició su decadencia al perder la capitalidad en beneficio de Fez y Marrakech.

La zona del emplazamiento de la ciudad y su territorio circundante cayeron bajo dominación del imperio romano en el año 117 a. C.
 
Bab Mansur, la puerta suroriental con sus decoraciones de filigranas sobre cerámica verde, es la más majestuosa de las puertas de las ciudades imperiales. Es la principal entrada a la ciudad y fue construida en la etapa de Moulay Ismaïl.







Fotos: Bab Mansur
Autora: Marta Leonor Vidal García

Atravesando la plaza el Hedim, encontramos a la derecha el museo Dar Jamaï, una mansion reconvertida en 1926 en el Museo de Arte Marroquí que muestra la vida de la alta burguesía marroquí del s. XIX (10 dirhams en septiembre de 2008).Vale la pena la visita.



Foto: Fuente
Autora: Marta Leonor Vidal García

A la salida, atravesamos la rue Sekkakin y nos adentramos en la medina, bordeada en el exterior por la calle del Zoco Bezarin,  llena de puestos y que nos conduce al final a Bab Jedid.  La medina de Meknes es mucho más pequeña que la de Fez el Bali y se puede recorrer fácilmente.



Foto: Puesto de babuchas en la medina
Autora: Marta Leonor Vidal García





Foto: calle de la medina
Autora: Marta Leonor Vidal García

Para mi ademas de callejear por la medina y sus zocos, el lugar de mayor interés para visitar es la Madrasa Bou Inania, una obra mariní terminada en 1358 por Bou Inan, ubicada en el zoco de los zapateros (Suk es-Sebbat) y fundada por el Sultán Abú Hassan Marini (entrada 10 dirhams en septiembre de 2008). Destaca en la decoración el estuco, techo de madera de olivo tallada, y los clásicos azulejos zellij. Se compone de un patio y de una planta de 26 aulas de estudiantes.








Desde su tejado se aprecia el minarete de la Gran Mezquita con azulejos en verde.


Foto: Minarete de la Gran Mezquita
Autora: Marta Leonor Vidal García


VOLÚBILIS (WALILI)

Por la tarde me acerqué a las ruinas romanas de Volubilis (“Walili”), situadas a 33 kms al norte de Meknes al pie del monte Zerhun, y a 4 km de Mulay Idris. Me lié un poco para salir de Meknes, pero preguntando se llega a Roma y a sus ciudades de la Provincia Tingitana también.



Foto: Decumanus Maximus de Volubilis
Autora: Marta Leonor Vidal García

Se cree que Volúbilis fue fundada por los cartagineses en el siglo III aC. con el nombre de Oulili (de "oualili" -adelfas en bereber-). Fue una de las capitales del reino mauritano de Juba II y tras la conquista romana en el año 40 se convirtió en ciudad de la Provincia Tingitana y tuvo su epoca de mayor esplendor entre los s. II y III  d.d.C. como centro administrativo y residencia de los procuradores de la provincia.

Hacia el año 285 (AD), Diocleciano decidió abandonar los territorios de la provincia situados al sur de Lixus -actual Larache- y los funcionarios romanos abandonaron Volúbilis y se trasladaron a la capital provincial. Volúbilis continuó habitada por bereberes cristianos hasta finales del s. VIII. y todavía sirvió de primera residencia a Idris I. Fue abandonada progresivamente tras la fundación de Fez por Idris II (808)

Las estructuras en pie que aún quedaban quedaron bastante dañadas por el terremoto de 1755. Las primeras excavaciones se iniciaron a finales del XIX. En las excavaciones se encontraron piezas de elevada calidad que se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico de Rabat.

El complejo, que conserva aún estructuras de edificios como el Templo de Júpiter Capitolino, la Basílica, el Arco de Triunfo y también impresionantes mosaicos, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997.

La visita de Volúbilis lleva entre 1-2 horas. Un guía pedía por una visita guiada en septiembre de 2008 120 dirhams. Si se va con poco tiempo es una buena opción.

Está permitido tomar fotos en el recinto, aunque a mi me pilló muy mal la posición del sol a la hora de la visita, sobre las 15,30-16.00 (fortísimos contrastes de luz y sombra que me fastidiaron casi todas las fotos y lo que vean aqui está todo más o menos retocado).

El recinto cuenta con mosaicos muy bien conservados, destacando los de la Casa de Orfeo, la Casa de los Trabajos de Hércules que cuenta con un mosaico del mismo tema en forma de medallón, la Casa del Efebo que tiene un mosaico de Baco y la Casa del cortejo de Venus que conserva el mejor conjunto de mosaicos de la ciudad, el de la Abducción de Hylas por las Ninfas y el del Baño de Diana.

Este mosaico corresponde a la Casa de los Trabajos de Hércules, dentro del conjunto de mosaicos organizados en 12 medallones donde se representan los 12 Trabajos de Hércules. Esta escena es la de las aves del lago Estínfalo.



Foto: Mosaico de los Trabajos de Hércules (Volúbilis)
Autora: Marta Leonor Vidal García


En la Casa del Desultor o del Acróbata se encuentra otro conocido mosaico muy bien conservados que representa a un desultor, un atleta cabalgando de espaldas sobre un asno, que lleva en la mano un ánfora como premio de su victoria. El desultor era un atleta que saltaba del carro o del caballo y volvía a montar en plena marcha en un tipo de carrera que parece que introdujeron los griegos fueron en los juegos olímpicos.



Foto: Mosaico de la Casa del Desultor (Volúbilis)
Autora: Marta Leonor Vidal García


Además de los mosaicos, la ciudad conserva muchas estructuras de edificios.

El Decumanus Maximus atraviesa la ciudad de uno a otro extremo desde la puerta de Tánger, al  noroeste hasta la puerta  occidental.




Foto: Decumanus Maximus
Autora: Marta Leonor Vidal García

El tramo contaba con pórticos a ambos lados de los que se conservan en parte columnas y algunos de los arcos.





Foto: Pórtico del Decumanus Maximus
Autora: Marta Leonor Vidal García


A lo largo de la calle se alineaban el Palacio del Procurador o Casa de Jordano y por otras mansiones.


El Palacio de Jordano, que  fue la residencia de los Procuradores cuenta con un peristilo con 12 columnas y estanque en forma de herradura en el centro.



Foto: Palacio de Jordano
Autora: Marta Leonor Vidal García



Este es el Arco de Triunfo situado en el Decumanus Maximus que fue erigido en honor de Caracalla (217). Estuvo casi intacto hasta el terremoto de 1755 y fue restaurado en 1933. En su parte superior tenía una escultura en bronce que representaba un carro tirado por seis caballos de la que sólo se ha conservado un fragmento de la sandalia del auriga.



Foto: Arco de Triunfo de Caracalla (Volúbilis)
Autora: Marta Leonor Vidal García


La Basílica es un edificio con cuatro filas de columnas que en su interior configuran tres naves paralelas. La nave central  tiene en ambos extremos ábside cubierto por bóveda de cuarto de esfera. La función de este edificio fue servir de  de palacio de justicia y bolsa de comercio. Es posible que también fuese utilizada para las reuniones de la curia (consejo municipal).



Foto: Basílica (Volúbilis)
Autora: Marta Leonor Vidal García


Junto a la Basílica se encuentra el Foro, que fue un foro porticado en cuyo centro se alzaba un edificio, seguramente un templo.






Fotos: Foro (Volúbilis)
Autora: Marta Leonor Vidal García


A la derecha del foro se alza el Capitolio o Templo de Júpiter Capitolino,  un pequeño templo con dedicatoria al Emperador Macrino (217) del que se han reconstruido la explanada y algunas de las columnas corintias. Ante la escalinata se encuentra el altar de las ofrendas. En sus columnas suelen anidar cigüeñas.


Foto: Capitolio (Volúbilis)
Autora: Marta Leonor Vidal García


 
 
Y con esto terminó mi recorrido por Volúbilis. Para regresar a Fez tomé una carretera saliendo a la izquierda sin necesidad de volver a Meknes y tuve la suerte de ubicarme bien para entrar directamente a la medina y dejar el coche en el aparcamiento vigilado que hay delante de Bab Boujloud. Al día siguiente iniciaba mi recorrido de 10 días por el Medio y Alto Atlas y el Valle del Draa que seguiré contando en siguientes entradas, hasta terminar mi viaje en Marrakech.

Anteriores entradas: 21 días en Marruecos, Casablanca, Rabat, Asilah, Tánger, Chaouen, Fez (I), Fez (II): Fez el Jedid, Fez (III): Fez el Bali,

lunes, 18 de enero de 2010

21 días en Marruecos (9): Fez (III): Fez el Bali

La medina de Fez el-Bali, la mayor de las dos de la ciudad, es uno de los mayores emplazamientos medievales que existen actualmente, la mayor zona peatonal del mundo con sus casi 10.000 calles y fue. Requiere un mínimo de dos días sólo para dar un vistazo superficial. Es inmensa, inabarcable, llena de calles laberínticas y muy compleja para orientarse en ella por la falta de carteles, aunque sí hay señalizaciones de puntos de interés turístico en varios colores para orientar al visitante. Presumo de tener buen sentido de la orientación y en Fez me costaba encontrar los sitios en algunas zonas.


PLANOS DE LA MEDINA DE FEZ EL BALI

La web de Fez Riads tiene dos mapas de Fez el Bali de la medina este y oeste muy completos que pueden imprimir en DIN-A3:

 MEDINA ESTE


MEDINA OESTE





La web Asilahalalba tiene mapas de todas las zonas de Fez con recorridos recomendados.

La web Planetware tiene mapas de todas las zonas de Fez.


Pero no se obsesionen con la cartografía. Perderse callejeando por la medina tiene su encanto y es lo ideal para disfrutar del ambiente de la ciudad si se tienen unos cuantos días para dedicarle.

Si se dispone de poco tiempo, contratar un guía para un recorrido completo por la medina no es mala opción. Un guía oficial (identificados con su carnet y su licencia) pedía en septiembre de 2008 unos 200 dirhams (negociables, como todo en Marruecos) por un recorrido por la medina. Pero en la medina de Fez abundan los guías no oficiales o “faux guides” que pueden cobrar 40-60 dirhams (yo recurrí a uno puntualmente en el barrio de los Andaluces donde ya no llegaba mi mapa y no me aclaraba).  Están muy perseguidos por la policía en los últimos tiempos, aunque sigue habiendo una cierta tolerancia a sus actividades. Ya había comentado que fui testigo de la detención por la policía turística de un chico que me seguía ofreciéndose de guía, al que detuvieron de una forma muy brusca en el zoco de las lanas. Tampoco es que el pobre chico se mereciese un arresto. La penalización para los "faux guides" es una detención de una noche en comisaría más confiscación de los ingresos del día, que tiene escaso efecto disuasorio, como se puede apreciar en la gran cantidad de guías no oficiales que hay buscándose la vida en la medina.


RECORRIDO POR LA MEDINA


Ya había comentado que me pareció mucho más completa en descripción de itinerarios y lugares de interés la Guía Total de Marruecos de Anaya  que la Guía de Marruecos de Lonely Planet  Aunque los mapas de ambas son muy genéricos y de poca utilidad (algo más detallados los de Anaya).

La medina de Fez el Bali da mucho de sí, incluyendo recorridos en coche por fuera de las murallas, apreciar las vistas de la ciudad desde lo alto de Borj Nord y las tumbas de de los benimerín.

En dos días poco más que un paseo superficial.

El punto de referencia para iniciar una caminata es la puerta Bab Boujloud, esmaltada en su exterior con azul y verde en su interior, de estilo hispano-arábe. De ella salen las dos calles principales Tala el-kabira y Tala es-saghira que discurren en paralelo por el centro de la Medina y se unen a la altura de la Mezquita y Universidad de Qarawiyin.



Foto: Bab Boujloud
Autora: Marta Leonor Vidal García

En las inmediaciones de Bab Boujloud hay bastante oferta de sitios para comer: Le Kasbah, un restaurante con una terraza en la azotea con vistas a la medina, y bastantes sitios de comida rápida, que ofrecen también desayunos por la mañana, como el Restaurante des Jeunes y las terrazitas de alrededores. Todos estaban abiertos a mediodía en ramadán. Fez no fue una ciudad especialmente complicada para encontrar sitios para comer.

Para hacer un recorrido por la medina, se puede empezar por Bab Boujloud y seguir en línea recta la calle Tala el-Kabira donde vamos pasando a la derecha la Madrasa de Bouanania que parece que sí es visitable y estaba cerrada en mi visita (una verdadera lástima, he visto fotos y me pareció preciosa) . Frente a ella en la acera de la izquierda hay un reloj de agua y un arco.

Mas adelante la calle se hace más ancha, a la derecha está la casa del historiador Ibn Jaldun. A la derecha, en el entrante del muro de un alminar está la guelsa o mzara de Moulay Idris, sonde se supone que el soberano decidió fundar la ciudad.

Más o menos a la mitad de Tala el-Kabira, si nos desviamos a la derecha por una callecita perpendicular, Derb al Horra, que une las dos calles, Tala el-Kabira y Tala es-Saghira, encontramos Dar Mohamed Chergui o Dar al-Amana, una mansión que fue la residencia de un pashá, hoy abandonada y que se puede visitar dando una propina al vigilante.


Foto: Patio de Dar Mohamed Chergui (Dar al-Amana)
Autora: Marta Leonor Vidal García

Las dependencias interiores aún conservan algo de mobiliario.



Foto: Dependencias de Dar Mohamed Chergui (Dar al-Amana)
Autora: Marta Leonor Vidal García


Volviendo a Tala el-Kabira y continuando recto más adelante nos encontramos con el zoco de los zapateros y el de los artesanos del cuero y en el cruce con Suikat ben Safi está la entrada del zoco el-Attarin, mercado de especias, y después en un desvío a la derecha el zoco de la henna donde se pueden comprar plantas, jabones vegetales, aceite de argán y esencias (la de azahar es de muy buena calidad). A los lados del zoco de la henna existió un manicomio, el maristán de Sidi Frej, donde se construyó después una alcaicería andaluza.  Subiendo al piso superior se aprecia el minarete de la Zaouia de Moulay Idriss y unas vistas de la colina norte de Fez.


Foto: Zoco de la henna
Autora: Marta Leonor Vidal García

Saliendo del zoco de la henna por donde hemos entrado, dejando a la espalda el restaurante Dar Saada, tomando una callecita a la derecha encontramos la Plaza An-Nejjarine, con una fuente revestida de azulejos.



Foto: Fuente de la Plaza An Nejjarine

Autora: Marta Leonor Vidal García

Se puede visitar aquí el antiguo Fonduq transformado en el Museo Nejjarine de Arte y Artesanía de la madera (entrada en septiembre de 2008, 20 dirhams. No se permiten fotos). Actualmente hay  algo más de 100 fonduq en Fez el-Bali, llenos de estudiantes, comerciantes y viajeros. algunos de ellos han conservado su estructura y ahora son talleres o tiendas de pieles.

Por una callecita cubierta a la derecha de la fuente en-Nejjarin, pasando una escalinata y girando a la izquierda se llega a la Zawia de Moulay Idris, lugar santo de Fez, que gozó de derecho de asilo ("horm"). Está siempre concurrido de peregrinos y al igual que en las mezquitas, está prohibida la entrada a no musulmanes.



Foto: Zaouia de Moulay Idriss
Autora: Marta Leonor Vidal García


En las callecitas adyacentes a la plaza An-Nejjarine se encuentra el zoco de los carpinteros.

Desandando el camino, volvemos al punto de entrada, seguimos caminando recto y encontramos a la izquierda la Madrasa el-Attarin, mandada edificar por Abu Said hacia 1325, la Madrasa Mishbahiya construida por mandato del sultán Abú El Hasán y acabada en 1346, y el fonduq Tsetauin, construido para los mercaderes de Tetuán, ocupado actualmente por comerciantes de alfombras.



Foto: Fonduq Tsetauin
Autora: Marta Leonor Vidal García

Si seguimos caminando recto veremos a la derecha la puerta de entrada a la Mezquita Qarawiyin (estamos bordeando el complejo que abarca la Mezquita y la Universidad Qarawiyin).




Foto: Mezquita Qarawiyin
Autora: Marta Leonor Vidal García

Salimos a la plaza es-Seffarin, la plaza de los trabajadores del latón donde se encuentra la entrada de la Universidad de Qarawiyin, con su biblioteca de unos 1000 manuscritos, uno de los más importantes centros educativos e intelectuales del Magreb.



Foto: Trabajadores del latón en la plaza es-Seffarin
Autora: Marta Leonor Vidal García

En esta plaza se encuentra la Madrasa es-Seffarin (en restauración en mi viaje), que fue la primera escuela fundada por los mariníes en Marruecos. Si se da la vuelta siguiendo la calle hacia el Oeste con la puerta de la Universidad a nuestra derecha llegaríamos a la Madrasa ech-Cherratin.

Cerca de la plaza es-Seffarin está Chuara, el barrio de los tintoreros, donde se toma la típica foto de Fez de las tinas de tintes donde se realiza el curtido y teñido de la piel. No puedo indicar claramente como llegué a la zona pues aterricé por allí de forma casual. Sé que me metí por una callejuela donde estaba la Mezquita Sidi Ahmed Tijani (un santo de Argelia descendiente de Mahoma). 

No se puede acceder a los pozos de los tintes, de forma que las tiendas de cuero de la zona en las calles adyacentes ofrecen las vistas de sus terrazas a cambio de una propina. El olor de los tintes incluso desde la terraza es muy fuerte, se suele oler menta que te ofrecen en la tiendas para atenuarlo. El trabajo tiene que ser durísimo.









Fotos: Tinas de tintes
Autora: Marta Leonor Vidal García

Al otro lado del puente Sidi-el-Auad está el barrio de los Andaluces, originariamente habitado por cordobeses expulsados de Al-Andalus tras la revuelta del Arrabal en el s. IX.

Una web interesante: El legado andalusí



Foto: Mezquita de los Andaluces
Autora: Marta Leonor Vidal García


En el barrio de los Andaluces por donde me acompañó un guía no oficial, se encuentra la Mezquita de los Andaluces en una cuesta en alto. Se puede visitar en esta zona la Madrasa Sahrij, construida en 1321 por Abu el Hassan, que fue la tercera más importante, después de las de Attarin y Bouanania y que hoy sigue funcionando como escuela coránica con estudiantes alojados.



Foto: Madrasa Sahrij
Autora: Marta Leonor Vidal García

Está un poco deteriorada pero vale la pena apreciar sus paredes con mosaicos zellij originales, con dibujos de piñas y palmas que tanto repetían los almohades.



Foto: Madrasa Sahrij
Autora: Marta Leonor Vidal García


También visité en el barrio de los Andaluces un pequeño Museo de la música andalusí y de allí me acerqué hasta el barrio de los alfareros a ver en un taller la elaboración de la cerámica (el barrio queda bastante alejado).


Foto: Museo de la música andalusí
Autora: Marta Leonor Vidal García

Y esto es lo poquísimo que pude ver de Fez en un par de días. La ciudad se merece dedicarle muchos más días. Si se cuenta con más tiempo se puede hacer un recorrido en coche por las murallas, acercarse a la zona norte a Borj Nord y a las tumbas benimerín para disfrutar de unas buenas vistas de Fez el-Bali.



Foto: Vistas de la zona norte
Autora: Marta Leonor Vidal García


El tercer día de estancia en Fez ya lo dediqué a una visita a Meknes y Volúbilis, estrenándome como conductora en Marruecos. Iba muy agobiada con el tema de como me iba a resultar la conducción y todo me resultó muy fácil.

domingo, 17 de enero de 2010

21 días en Marruecos (8): Fez (II): Fez el Jedid

(esta entrada fue publicada en archipielagonoticias el 02 de septiembre 2009 y forma parte de una serie dedicada a un viaje de 21 días por Marruecos en septiembre de 2008).

Continuando con Fez en este recorrido de mis 21 días en Marruecos, empezamos por una pequeña visita a Fez el-Jedid que se puede hacer en una tarde (es mucho más reducida que la inmensa medina de Fez el-Bali).


Lo primero, les dejo un Plano de Fez el Jedid, aunque ya verán que en seguida empiezan los ofrecimientos de guía acompañante.

Fez el Jedid es la ciudad construida por los meriníes en el s. XIII , en una ubicación elevada con fines defensivos. Tenía un barrio de mercenarios cristianos y en el s. XIV recibió una importante afluencia de población judía, que creó una “Mellah” o judería como barrio propio que se extendía hacia el este.


Foto: murallas de Fez el Jedid
Autora: Marta Leonor Vidal García

A Fez el-Jedid se puede acceder por Bab Smarine, una vistosa puerta con varias bóvedas, desde Bab es-Seba o desde la plaza de los Alaouitas.


Foto: Bab Smarine
Autora: Marta Leonor Vidal García

Podemos empezar por Bab es-Seba. A través de Bab es-Seba se entra al Mechuar, donde al fondo se abre hacia la antigua kasba de los Cherarda. Bajando por la calle principal la Gran Rue Fez el Jedid se van sucediendo los zocos y varias Mezquitas, Jama el Hamra (la Mezquita Roja) y Jama el-Beida (la Mezquita Blanca).



Foto: Minarete

Autora: Marta Leonor Vidal García

En el tramo inicial de esta calle, algunos callejones hacia la izquierda conducen a la Mezquita el-Azhar y al final de esta calle la puerta Bab Dekaken de la antigua entrada monumental al Palacio Real y el Pequeño Mechuar sobre el rio Fez.



Foto: ruinas del pequeño Mechuar

Autora: Marta Leonor Vidal García




Foto: Bab Dekaken
Autora: Marta Leonor Vidal García

Atravesando una puerta en el lado oeste de la plaza se accede al Barrio de Mulay Abdallah donde una noria apoyada en el muro que separa el callejón del río Fez recuerda la enorme rueda construida por los hispano-musulmanes para la extracción de agua en 1278. Aquí se encuentran la Gran Mezquita de Fez el-Jedid y la mezquita de Mulay Abadíah.



Foto: Noria

Autora: Marta Leonor Vidal García

Al lado de la Place des Alauites se abre el acceso principal al palacio Real (Dar el-Majzen), con jardines en el lado Oeste (no visitable) y cerca de aquí la Rue des Mérinides atraviesa la antigua “Mellah”, aunque ya no viven judíos aquí. Se conserva la Sinagoga Habanim y a su lado el cementerio judío con estelas funerarias blancas horizontales, ambos visitables pero cerrados el día de mi visita.



Foto: Cementerio judío

Autora: Marta Leonor Vidal García

Pude hacer una foto panorámica del cementerio lo pude ver desde lo alto de la azotea de una casa donde me llevó el guía previa propina por vista panorámica.



Foto: Vista del cementerio judío

Autora: Marta Leonor Vidal García

Sí que estaba abierta la Sinagoga Ibn Danan (donativo de 20 dirhams), restaurada con fondos de la UNESCO y que incluye un "mikvah" (bañera para rituales de purificación) en el sótano.




Foto: Sinagoga Ibn Danan

Autora: Marta Leonor Vidal García



Y con esto termina mi paseo por Fez el Jedid.



Foto: Puesto de los zocos de la Gran Rue Fez el Jedid

Autora: Marta Leonor Vidal García

Para la próxima entrada toca hablar de Fez el Bali.