miércoles, 13 de enero de 2010

Damasco: La Mezquita Omeya

(esta entrada fue publicada en archipielagonoticias el 24 de julio de 2009 y forma parte de una serie dedicada a Damasco).

Tras la conquista islámica de Damasco, el emplazamiento del antiguo Templo romano de Júpiter fue reconvertido en la iglesia cristiana de San Juan Bautista en 379 d. C., compartiéndose como lugar de culto por musulmanes y cristianos hasta que en el 705 el Califa Omeya Al Walid ben Abdul Malek ordenó la edificación en ese lugar de la Mezquita Omeya, una construcción que duró 10 años.



Foto: Patio de la Mezquita Omeya
Autora: Marta Leonor Vidal García

La impresionante Mezquita es una de las visitas imperdibles de Damasco, que alberga también el mausoleo de Saladino, incluido en el precio de la entrada (50 SYP).

La Mezquita Omeya, al igual que la Mezquita de Córdoba se convirtió en modelo de “mezquita hipóstila”, con un patio amplio (“sahn”) rodeado en tres de sus lados por un pórtico (“riwaq”) y una zona cubierta para rezar (“haram”). Las paredes del pórtico estaban revestidas con una decoración de mármol de colores que alcanza los 3,5 m de alto y de la que sólo quedan unas pocas placas en la esquina sureste. Antaño estuvo rematado con un friso "karma", una larga y ondulada rama de parra con volutas de acanto y uvas, que recordaba al de la Cúpula de la Roca (Jerusalén).

La Mezquita tiene cuatro puertas (Al-Barid, Al-Noufara, Al-Sagha y Al-Amara) y cuatro cúpulas, Al-Mal (del dinero), Al-Sa’at (de los relojes), y una tercera sobre la fuente central. En mi anterior visita en 2005 entré por Bab-Al Amara, en esta última visita en abril por Bab Al Barid, la puerta Oeste.



Foto: Entrada norte de la Mezquita por Bab Al Amara. Al fondo el minarete de la novia o Al Arous
Autora: Marta Leonor Vidal García

Al entrar por Bab Al Barid, a la izquierda tenemos el Tesoro, una construcción sobre columnas que se utilizaba para almacenar el oro del Estado, con mosaicos posiblemente de época abbasí.




Foto: El Tesoro
Autora: Marta Leonor Vidal García


En el centro del patio encontramos la fuente de abluciones cuadrada, cubierta por un púlpito con dosel de madera y las antiguas columnas de las lámparas.



Foto: Fuente de abluciones
Autora: Marta Leonor Vidal García

A la derecha de la fuente apreciamos los mosaicos de la sección central de la fachada del salón de las plegarias y la cúpula del águila.





Foto: Fachada del salón de plegarias
Autora: Marta Leonor Vidal García


Siguiendo por el patio, la cúpula de los relojes (donde se guardaban los relojes de la mezquita) delante de la entrada de la sala donde se guarda la reliquia de la cabeza de Hussein, hijo de Alí y nieto de Mahoma asesinado por los Omeyas en Kerbala, un lugar de peregrinación para los shiíes.



Foto: Cúpula de los relojes
Autora: Marta Leonor Vidal García



La Mezquita tiene tres minaretes: el del este, llamado “minarete de Jesús”, marca el lugar donde el Mesías volverá a la tierra el día del juicio final; el del suroeste, Al Gharbiyya, de estilo otomano, el más vistoso, fue reconstruido por orden del sultán mameluco Qaytbay tras un incendio y el del centro del muro norte es el llamado "minarete de la novia" o Al Arous, el más antiguo.





Foto: Minarete Al Gharbiyya
Autora: Marta Leonor Vidal García

El inmenso patio de 122 x 50 metros, rodeado en tres de sus lados por un pórtico ("riwaq"), está cubierto de lozas que pertenecieron a un monumento romano y ofrece decoraciones impresionantes.


Foto: Patio de la Mezquita Omeya
Autora: Marta Leonor Vidal García


La fachada sur, que da al patio destaca por la monumental entrada con hastial en el centro, que evoca los palacios bizantinos. Antaño todas las fachadas estuvieron recubiertas de mosaicos de vidrio y panes de oro. Hoy sólo la fachada sur conserva mosaicos en tonos verdes y dorados con dibujos de paisajes con ríos, árboles y frutas, como el conocido mosaico del Barada (llamado así por el río de Damasco que, según la tradición, aportó el barro con el que Dios hizo a Adán), de estilo greco-romano y bizantino.



Foto: Mosaicos de la fachada sur
Autora: Marta Leonor Vidal García


La Mezquita tiene cuatro salas, Abi Baker, Omar, Othman y Al Hussein (donde se guarda la reliquia). La sala de oración (“haram”) en el muro sur tiene 136 m de largo y 37 m de ancho, con tres naves, una disposición típica de las iglesias bizantinas. Está dividida por dos arcadas sobre antiguas columnas reutilizadas con capiteles corintios, que están divididas en dos mitades por un transepto con una suntuosa cúpula. La división en tres naves y el transepto influyeron en la arquitectura de mezquitas de Siria, Egipto, Túnez y al-Andalus.

En la gran sala de oración de la mezquita se guarda supuestamente la reliquia de la cabeza de Juan Bautista, cubierta con una cúpula de mármol verde.






Foto: Mausoleo de las reliquias de San Juan Bautista
Autora: Marta Leonor Vidal García

Aquí puede apreciarse el mihrab (hornacina o nicho que indica la dirección de la Meca) y el minbar o púlpito.




Foto: mihrab y minbar
Autora: Marta Leonor Vidal García


Los exquisitos mosaicos, la piedra tallada y el mármol son elementos de continuidad con las tradiciones artísticas grecorromanas y los rasgos arquitectónicos bizantinos que se combinaron con el uso de motivos vegetales, caligrafía y figuras geométricas por la proscripción de la temática figurativa propia del Islam, dando un estilo singular a la Mezquita Omeya.




Foto: Mihrab de la Mezquita
Autora: Marta Leonor Vidal García


Ficha de la Mezquita Omeya en Discover Islamic Art

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