La Kasbah, la ciudad vieja, es una ciudadela fortificada en la zona alta de la medina de Tánger, desde donde se puede disfrutar de unas buenas vistas de la bahía de Tanger y el puerto. Rodeada de murallas, debe su apariencia a la etapa de ocupación portuguesa en los siglos XV a XVII.
Foto: muralla de la Kasbah
Autora: Marta Leonor Vidal García
A la Kasbah Se puede acceder subiendo por las callejuelas de
la Medina y luego por la cuesta, o por el exterior, avenida de Italia. Preferentemente por la primera ruta hasta llegar a Bab Kasbah.
Foto: Bab Kasbah
Autora: Marta Leonor Vidal García
Bab el Aassa, la puerta del bastón,
donde se encadenaba a los delincuentes para azotarlos. Esta
muralla construida bajo el reinado de Moulay Ismail, tiene una forma
de escaleras y diferentes tipos de ranuras.
Foto: Bab el Aassa
Autora: Marta Leonor Vidal García
En la Kasbah se encuentra el antiguo
palacio del gobernador, Dar el Markhzen, construido por orden de
Moulay Ismail en el siglo XVII y hoy sede del museo de Artes
Marroquíes y el palacio adjunto, Dar Shorfa, sede del museo
arqueológico. Abierto de miércoles a lunes de 09.00-16.00,
viernes de 09.00-12.00 y de 14.30-16.00. Martes cerrado. Entrada 10
MAD.
El Museo tiene una colección interesante.
El Museo tiene una colección interesante.
Foto: Dar el Markhzen
Autora: Marta Leonor Vidal García
Por los alrededores se puede echar un vistazo al minarete octogonal de la Mezquita Bit El-Mal, que estaba en obras en el momento de mi visita.
En la plaza de la Kasbah abundan los felinos, esas "pequeñas divinidades desdeñosas" que decía Borges.
Foto: Gato en la plaza de la Kasbah
Autora: Marta Leonor Vidal García
Desde la Plaza de la Kasbah atravesando
Bab er Raha se accede a un mirador desde donde se puede admirar una
hermosa panorámica de la bahía.
Foto: Salida al mirador desde las murallas
Autora: Marta Leonor Vidal García
Autora: Marta Leonor Vidal García
La puerta norte, Bab Haha, nos llevaría de nuevo en descenso hacia la medina.
Foto: Bab Haha
Autora: Marta Leonor Vidal García
Ibn Battuta fue un famoso viajero tangerino que emprendió un viaje por el mundo de 24 años de duración y 120.000 kms de recorrido, superando en distancia a su casi contemporáneo Marco Polo. Viajó desde el norte de África hasta China, recorriendo sitios tan dispares como el sureste europeo, Oriente Medio, la ruta de la seda en Asia Central, Rusia, India, Kurdistán, Madagascar, Zanzíbar, Ceilán, Mali o China.
Antes de que se inventaran los blogs de viajes, en
el s. XII existía en el mundo árabe un género literario , el de la
crónica de viaje, conocido como Rihla ( رحلة)
y al regreso de Ibn Battuta a Marruecos el sultán Abu Inan Faris
quiso un relato de sus viajes, y el viajero encargó la redacción a su dictado al
poeta Ibn Juzayy al-Kalbi. La obra, conocida como Rihla de Ibn Battuta, es un documento histórico sin precio de las costumbres de los países que visitó. Lo tienen disponible con el título de "A través del Islam" en Alianza Editorial.
Foto: La tumba del viajero tangerino Ibn Battuta
Autora: Marta Leonor Vidal García
Saliendo por Bab Kasbah y la torre de Ben Amar, se llega al barrio del Marshan (una buena caminata)
donde hay una Necropolis fenicia, detrás del estadio dominando el
estrecho. Se pueden admirar los restos de tumbas fenicias esculpidos
en la roca. Este lugar, punto de encuentro familiar, permite disfrutar de
impresionantes vistas del Estrecho y España.
Foto: Necrópolis fenicia
Autora: Marta Leonor Vidal García
Esta necrópolis está compuesta por un
conjunto de tumbas talladas en la roca. En la zona se han hallado
utensilios de tradición púnica y neopúnica, y también objetos
romanos de diferentes épocas. La última fase de la ocupación de
las necrópolis se remonta a finales del siglo IV d.C.
Foto: Necrópolis fenicia
Autora: Marta Leonor Vidal García
Más arriba se encuentra el famoso Cafe Hafa que tuvo mucho glamour en la época de Paul Bowles & cia, pero que actualmente es un reducto de adolescentes ruidoso del que solo merecen la pena las vistas. Yo, puestos a elegir, me quedo con las de la necrópolis fenicia.
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