martes, 17 de enero de 2012

15 días en Uzbekistan (10): Samarkanda (3): Shah-i-Zinda

Una de las más fascinantes visitas de Samarkanda es este hermoso complejo de monumentos funerarios de mosaicos de intensos y brillantes tonos turquesas y azul índigo.

Situada al noreste del Bazar de Samarkanda, es una necrópolis que ha ido creciendo a lo largo de los siglos desde la Edad Media. Es uno de los complejos más antiguos de la ciudad y también un importante lugar de peregrinaje.

Shah-i-Zinda, significa "Tumba del Rey Vivo", en alusión a Qusam Ibn-Abbas, un primo del profeta Mahoma, que se dice que trajo la religión islámica a esta zona. Cuenta la leyenda, que en el siglo VII estando los árabes realizando la oración, se vieron sorprendidos por un ataque y que Qusam, herido, tuvo que ser ocultado en un pozo de agua o en algún lugar bajo la tierra en donde permaneció vivo para la eternidad.

Entrada: 6000 sums.


Foto: Shah-i-Zinda
Autora: Marta Leonor Vidal García

La necrópolis histórica es un conjunto distribuido a lo largo de una calle que se abre con un Portal, construido bajo el reinado de Ulugbek en los años 1434-1435 en nombre de su hijo Abdalasis.

Tras el portal se pasa a una pequeña plaza en la que se encuentra una Mezquita de Invierno y una Madrasa, ambas del siglo XIX.

La escalera conduce a las dos cúpulas azules del mausoleo de Qazi Zadeh Rumi, el más grande del conjunto, atribuido a los dos nietos de Ulugbek.



Foto: mausoleo de Qazi Zadeh Rumi
Autora: Marta Leonor Vidal García

Unas escaleras, que los peregrinos subían besando cada uno de los peldaños y que la leyenda dice que al contar al subir y al bajar se queda libre de pecado, llevan hasta la calle principal donde se encuentran los  mausoleos que se construyeron desde principios del siglo XIV.

Tras el segundo pórtico se encuentran se encuentran  varios mausoleos construidos a partir de 1376. A la izquierD, el del Emir Zade y junto a él el que la hermana de Tamerlán, Kutlug-Turkan-Aka, mandó edificar para su hija Shadi-Mulk-Aka. Frente a ellos el mausoleo del  Emir Husseín, uno de los mejores generales de Tamerlan y en el que también están enterrados su hijo y junto a él el de la otra hermana de Tamerlán Shirin-Bika-Ata.







Foto: Shah-i-Zinda
Autora: Marta Leonor Vidal García

El mausoleo octogonal de ladrillo y los cuatro mausoleos siguientes a la izquierda, se desconoce a quien corresponden.




Foto: mausoleo octogonal
Autora: Marta Leonor Vidal García

Siguendo el camino, a la izquierda se encuentran los Mausoleos de Alim Nasafi (nombre del arquitecto) y de Ulug Sultan Begum.


Foto: Mausoleos de de Alim Nasafi y de Ulug Sultan Begum
Autora: Marta Leonor Vidal García

El Mausoleo Alim Nasafi  está decorado con motivos de estrellas en la fachada y tiene en el interior decoraciones de estalactitas y mayólicas policromadas.








Fotos: Mausoleo de de Alim Nasafi
Autora: Marta Leonor Vidal García

El Mausoleo de Ulug Sultan Begum presenta decoraciones de estrelas azules, rojas y doradas.



Foto: Mausoleo de Ulug Sultan Begum
Autora: Marta Leonor Vidal García

Al final del camino el ultimo mausoleo, de frente, es el de Ktulug Aka, ayribuido a la esposa de Tamerlán.



Foto: Mausoleo de Ktulug Aka
Autora: Marta Leonor Vidal García


A la derecha de este, encontramos  el más importante y antiguo de los mausoleos del complejo, el atribuido a Qusam Ibn-Abbas, de finales del siglo X ó principios del XI,  que alberga una mezquita. Este mausoleo sufrió una importante reconstrucción en los siglos XIV-XV. El viajero árabe Ibn-Battuta, nos dejó escrita en su "rihla" (género de narrativa de viajes) una descripción de sus lujosos interiores decorados con estrellas blancas de ocho puntas sobre fondos azules vivos, columnas de mármol verde, negro, blanco y rojo y revestimientos en las paredes de pan de oro que no han sobrevivido al paso del tiempo.








Fotos: Mausoleo de Qusam Ibn-Abbas
Autora: Marta Leonor Vidal García

Las puertas del Mauseoleo de Qusam Ibn-Abbas tienen escrita una cita del Corán "Aquellos que murieron en el camino que conduce a Dios no están muertos; en verdad siguen vivos".




Fotos: Mausoleo de Qusam Ibn-Abbas
Autora: Marta Leonor Vidal García

Por cierto, después de la caida a la alcantarilla en Bukahara, tuve la segunda anécdota ridícula del viaje. Llevaba unos pantalones de hilo blanco ya muy desgastados y al agacharme a colocar la cámara en el suelo, se me rajó el pantalón en canal  por una pierna quedándose como una especie de falda de tango. Tapándome un poco el desastre con una camisa larga, llegué hasta el museo de Afrosiab donde unas vendedoras se ofrecieron a coserme el pantalón pero estaba ya tan destrozado que me vendieron otro por 5 $.


3 comentarios:

  1. Buena la del pantalón también! Para los próximos viajes dos apuntes: no cojas pantalones de hilo gastados ni pantalones susceptibles de desteñir... :)

    Las fotos de esta necrópolis son increíbles, es arquitectura monumental en miniatura, una maravilla.

    Un abrazo!
    Bertika

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  2. Gracias Bertika

    Es mi problema: que a los viajes me llevo siempre ropa vieja ya para darle el finiquito y aquellos pantalones eran ya casi como un papel de fumar. No veas el bochorno que pasé con aquella raja de campeonato de tango argentino, ja,ja,ja...

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  3. Y esta necrópolis es verdad que es muy impactante. La primera vez que la vi en 2004 en agosto, con el cielo despejado, a pleno sol, con esos tonos azules tan intensos, me impresionó mucho.

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